Ahora mismo tengo una sensación agridulce. Muy contento por haber logrado mi principal objetivo, terminar la carrera. Pero con un poco de rabia por no haber aguantado el ritmo que tenía marcado. Hasta el km 30 he ido muy bien, a ritmo de 3h 30´, o sea, a unos 5´el km. Pero a partir de ahí ha sido un verdadero calvario. Mis piernas han dicho que no querían correr más y se ha reflejado en múltiples calambres. A falta de 10 kms se me ha subido la bola y he estado a punto de abandonar. Pero tras pararme un poco decidí probar un poco más. Estos últimos 10 kms han sido eternos. He sufrido innumerables calambres, en los cuádriceps, bíceps femoral, gemelos, plantas de los pies, y hasta en los brazos.No sé no cómo he conseguido llegar al Estadio de Anoeta, bueno sí, por cojones. Pero he sufrido lo que no está escrito, y en estos últimos 10 kms he perdido ni más ni menos que 1/2 hora, llegando a meta en 3h 59´13´´.
Algún día me reencontraré con esta prueba, pero mucho más preparado.
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